Soy Cuchi, tengo una minusvalía de nacimiento sin curación. Pero ante las grandes dificultades que he tenido en mi vida, siempre he buscado la parte positiva. Y a pesar de todo, soy extremadamente feliz.

Soy licenciada en magisterio infantil, durante 6 años me dediqué al mundo educativo. Por mi minusvalía, tuve que hacer un cambio profesional al mundo de la empresa. Una de las mejores decisiones que he podido tomar.

Uno de los momento que más me ha impactado en mi vida, fue trabajando para la Fundación Bobath, con niños de educación especial, que a pesar de estar en silla de ruedas, sin apenas hablar ni moverse tenían siempre una sonrisa.

Estos años me hizo crecer como persona y ver que era una privilegiada y a pesar de las adversidades que tenemos en la vida siempre hay soluciones para encontrar el camino a la felicidad.